Prudencio Irazábal en el Museo B.B.A.A de Bilbao.

Prudencio Irazábal en «Después del 68 » en el Museo de BBAA de Bilbao hasta Abril 2019.

Con motivo del 50 aniversario de Petronor se presenta ahora la exposición antológica Después del 68. Arte y prácticas artísticas en el País Vasco1968-2018, que revisa cinco décadas de arte vasco, renovando, así, el compromiso del museo con el arte contemporáneo de nuestro entorno más cercano.

La exposición arranca –dos años después de la fundación del grupo Gaur– en el emblemático año 1968, momento en el que una nueva generación de artistas vascos nacidos en los años cuarenta va a incorporarse a la escena artística y a compartirla con los veteranos integrantes de los grupos de la Escuela Vasca, que tienen como referentes a Jorge Oteiza y Eduardo Chillida. Como prólogo de excepción,  la muestra reúne piezas extraordinarias de ambos: Homenaje a Paul Klee (1955-1956)o Retrato del Espíritu Santo (1958-1959) de Oteiza, pertenecientes a colecciones particulares, y Abesti gogorra IV (1964) y Música callada (Musique tacite) I (1955) de Chillida, de la Fundación Juan March y el Kunstmuseum de Basilea, respectivamente.

En una década política y socialmente convulsa, el arte vasco conocerá el fin de los lenguajes procedentes del informalismo y de la abstracción constructiva, así como el nacimiento de las propuestas figurativas del arte pop o el cuestionamiento de la idea de objeto artístico que propondrán el minimalismo y el arte conceptual. Justo a comienzos de ese periodo, el 28 de septiembre de 1970, se inaugura el edificio moderno del museo y comienza su actividad la Escuela Superior de Bellas Artes de Bilbao, que será la futura Facultad de Bellas Artes y tendrá una influencia determinante en la evolución del arte vasco.

El itinerario concluye cinco décadas después, en 2018, con la representación de las más recientes experiencias artísticas, un periodo en el que el arte hecho por mujeres va cobrando un protagonismo creciente.

Una amplia selección de casi 150 obras –pintura, escultura, fotografía, videoarte y obra sobre papel– y cerca de 100 artistas de varias generaciones permitirán conocer las formas de modernización del arte vividas en este particular escenario en el último cambio de siglo, y también valorar la trascendencia que las trayectorias individuales y colectivas aquí surgidas han tenido en el panorama estatal e internacional.